CUANDO LA DUDA ENTRA POR LA PUERTA, LOS SUEÑOS SALEN VOLANDO POR LA VENTANA - Adelaida Coaching
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CUANDO LA DUDA ENTRA POR LA PUERTA, LOS SUEÑOS SALEN VOLANDO POR LA VENTANA

22 Abr CUANDO LA DUDA ENTRA POR LA PUERTA, LOS SUEÑOS SALEN VOLANDO POR LA VENTANA

Soy una investigadora nata, no me detengo ante nada porque tengo muy clara la meta a la que quiero llegar.

 

No me refiero a que tengo descrito con todo lujo de detalles cómo quiero que sea esa meta, objetivo o destino final al que quiero llegar.

 

Quiero decir que sé lo que quiero que me aporte y me haga sentir.

 

Sé cómo lo quiero vivir y qué emociones quiero que me acompañen.

 

Pero todo esto lo sé ahora, en el pasado no tenía ni idea. Hace unos años, yo seguía un guión de “¿cómo conseguir tus objetivos?” que leí de algún manual de Coaching. Algo que seguro que a mucha gente le ayudaría pero que a mi no. He de reconocer que en el Coaching habitual, el que es más conocido socialmente, te invitan a describir qué quieres, cómo lo quieres y cuándo lo quieres… pero esa ya no es mi forma de actuar.

 

Desde mi propia experiencia de vida, muchas veces me ha pasado que he descrito mucho mi objetivo e incluso le he puesto la famosa fecha de caducidad, también he imaginado a las personas que participarían en la escena y les he puesto diálogos y sonrisas.

 

En el momento me ha gustado mucho la imagen, dándome energía para ir hacia ella pero el tiempo ha ido pasando, las personas de mi vida han ido cambiando y he tenido que hacer muchos ajustes a esa idílica imagen que había construido. Y entre tanto he empezado a dudar de si ocurriría o no… A estas alturas ya te puedes imaginar que “cuando la duda entra por la puerta, los sueños salen volando por la ventana.” Y todo se va al garete.

 

A mi hace un par de años, me pasó justo lo que te he descrito. Me dejé llevar por la corriente y me metí en la rueda… me imaginé un final feliz y pensé que debía entrenar mucho para conseguirlo. Así que entre imaginar la situación perfecta, con el resultado óptimo me olvidé de DISFRUTAR del camino.

 

Olvidé….

  • Que he empezado un camino profesional nuevo, para dedicarme a lo que yo quiero ser.
  • Que soy mi propia jefa y puedo organizar mi trabajo como más me convenga.
  • Que el cambio de vida y de trabajo me tiene que aportar felicidad.

 

Así que durante unos meses fui la peor jefa que he tenido, exigiéndome objetivos inalcanzables, obligándome a trabajar 12 horas y fines de semana. Y mejor paro de contarte porque no vale la pena seguir con esta lista lamentable de todo lo que en algún momento me he hecho a mí misma… ¡ja,ja,ja!

 

Mi meta y, lo que yo llamo mi vibración de disfrute,  no fueron de la mano y el resultado fue malo pero la sensación de fracaso fue peor.

 

Al fin y al cabo, cuando no vibras en expansión lo haces en contracción… y te sientes un ser pequeño en un mundo que va muy deprisa, pierdes control sobre tu vida y no entiendes nada.

 

Cuando estás viviendo una contracción en tu vida, hay síntomas muy claros: duermes mal porque sientes miedo todo el tiempo. También empiezas a ver que la gente que te rodea tiene mucho éxito y tú no, te comparas todo el tiempo. Dejas de hacer actividades que te den satisfacción y quedas menos con tus amistades. También es probable que dejes de hacer deporte, porque es tiempo que no dedicas a trabajar y eso es: ¡Imperdonable!

¡Ay qué mal se pasa en estos momentos!

 

Te crees que haces lo correcto, inviertes horas y esfuerzo porque hay una frase por ahí que dice algo de que “el éxito se consigue con mucho trabajo”. Y claro eso crea confusión…porque si piensas que éxito es igual a trabajo, y trabajo es igual a esfuerzo, y esfuerzo es igual a mucha dedicación, y… el caso es que la ecuación final es: éxito igual a lucha. Y la guerra da miedo y levantarte cada día a luchar no es lo mejor para triunfar.

 

 ¿Cómo volver a conectar con el disfrute?

Te voy a dar 5 características que toda persona que quiera disfrutar de su trabajo debería aprender.

Pero ya te he dicho que yo no soy una coach de libro, así que no sufras si no las tienes todas juntas en el mismo día. Un día tendrás más acentuada una que otra y no es necesario que las tengas todas juntas y a la vez. Sólo disfruta porque al fin y al cabo, es para lo que hoy te has levantado de la cama.

 

1.- Confianza: Esta es la base sobre la que descansa tu disfrute. Confía en el mundo, en ti y en que todo saldrá bien. La confianza te ayudará a no esclavizarte y a permitirte descansos. Vibrarás desde el bienestar y esa energía se desprenderá de ti envolviendo todo lo que hagas, proporcionándote éxito.

 

2.- Honestidad: Quien tiene confianza puede permitirse tener honestidad.  Esto quiere decir que has de ser congruente y no tener contradicción entre lo que piensas y lo que haces. La falta de honestidad la puedes ver cuando entres en conflicto contigo mismo. Esto es hacer las cosas porque debes y no porque quieres.

Un ejemplo muy práctico, es cuando dejas de quedar con gente porque te quita horas de trabajo. La sensación de conflicto es la primera señal que debe de despertarte para darte cuentas que estás en una energía de sufrimiento.

 

3.- Paciencia: Si estás seguro del resultado puedes permitirte el lujo de esperar, y esperar sin ansiedad. Estás disfrutando y no te entran los miedos de cuándo, cómo y dónde tendrá lugar tu meta. Simplemente pasará en un momento que desconoces, pero que será sin duda el día perfecto.

 

4.- Generosidad: Tener claro que dar, no significa perder. En el post “Comparto ideas, ¿te unes?” ya te conté el verdadero significado de dar. Observar que otras personas están más avanzadas que tú en sus trabajos y sentir celos es falta de generosidad. Porque crees que se están quedando con tu trozo de pastel, la parte de éxito que te toca a ti. Practica la generosidad alegrándote por los demás porque hay suficiente para todos.

 

5.- Mentalidad abierta: Para tener esta característica has de quitar el juicio a tus resultados. No hay error o acierto, simplemente hay experiencias de vida. Ten cuidado porque tu propio juicio te puede castigar  a la última fila de la clase.

 

¡Feliz jueves y disfruta!

 

 

 

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