CUANDO YO VIVÍA UNA PESADILLA Y CREÍA QUE ERA REAL - Adelaida Coaching
1121
post-template-default,single,single-post,postid-1121,single-format-standard,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-theme-ver-9.1.3,wpb-js-composer js-comp-ver-4.11.2.1,vc_responsive

CUANDO YO VIVÍA UNA PESADILLA Y CREÍA QUE ERA REAL

22 Oct CUANDO YO VIVÍA UNA PESADILLA Y CREÍA QUE ERA REAL

Siento que acabo de despertar de un sueño y que ahora empiezo a estar de nuevo en el mundo.

 

Reconozco que hoy me ha costado escribir este artículo y hasta tres veces he roto los folios. En mi papel de escritora en crisis he ido al supermercado, he preparado un bizcocho y hasta me ha dado tiempo a hacer la primera fase del cambio de armario. Me ha costado mucho sentarme a escribirte porque cada vez que empezaba me sentía falsa y aburrida.

 

Estaba intentando esconder la verdadera historia que hay detrás de este post. Mi intención era contarte el descubrimiento tan maravilloso que he vivido pero evitando narrar el camino de piedras por el que he tenido que caminar en los últimos años.

 

Yo viví una pesadilla que creía que era real y como te he dicho antes, siento que acabo de despertar de un sueño en el que era todo difícil, lento, amargo y pesado. Siento que sin darme cuenta, a mitad del camino de mi crecimiento profesional me dormí y empecé a ver un mundo de sombras.

 

Si te soy sincera hace tan sólo unas semanas que he recogido los resultados de un crecimiento profesional (y personal) que empezó en 2013. No podía pasar una semana más sin contártelo porque puedes estar pasando por lo mismo y quiero que sepas que el cambio es posible.

 

Desde que he lanzado mi nueva web, todo el mundo me pregunta qué tal me va y yo me sorprendo a mi misma diciendo que todo va bien. Que mi trabajo funciona, que mis clientas y clientes acuden a sus sesiones y me agradecen sus avances con maravillosas palabras que me hacen respirar profundo para no emocionarme tanto que se me escape alguna lágrima.

 

Cuando empecé a dedicarme profesionalmente al Coaching me monté una web, escribí unos textos, alquilé una consulta y me senté a esperar. Lo pasé mal porque no entraban clientes por la puerta de mi consulta, tenía mucho miedo a fracasar, a ser juzgada y a tener que reconducir mi vida. Mi trabajo me gustaba y tenía muchos sueños. Había empezado a materializarlos pero en algún momento a mitad del camino caí dormida y empezó mi pesadilla.

 

Los sueños de terror empezaron a venir a mi vida. El dinero era insuficiente para pagar el alquiler, impuestos y servicios de proveedores. Me vi abocada al fracaso y muy frustrada porque tenía muchas ganas de trabajar como Coach ya que mi trabajo me apasionaba pero veía cada día cómo mis fuerzas iban quebrando.

 

Recuerdo estar hace un año y medio sentada en mi despacho y decir en voz alta: “¡voy a descubrir qué está pasando!” Aquel día decidí que no iba a renunciar a mi sueño porque yo tenía mucho que ofrecer e iba a buscar qué era lo que no estaba viendo de mí misma que me estaba impidiendo generar trabajo y sobretodo disfrute profesional.

 

No miré que había crisis económica, no miré a mi competencia y ni siquiera me planteé cambiar mis precios.

 

Me miré a mí misma y muy humildemente decidí buscar y encontrar qué era lo que no estaba haciendo bien.

 

Desde entonces me he mirado y remirado. He buscado en mi interior, en mi cabeza y en mi corazón. Los descubrimientos me han revuelto y me han hecho llorar porque descubrir miedos y bloqueos no es plato de buen gusto. Pero en todo este tiempo nunca he parado.

 

Siempre he sentido que llegaría a despertar y podría ver otra realidad diferente. Y es que siempre he sabido que estaba viviendo una realidad que no era la verdad eterna.

 

Mi herramienta fundamental ha sido Un Curso de Milagros. He leído el curso, he hecho esquemas, lo he recitado y hasta lo he abrazado para que me diese luz. Y tal y como el curso dice, un día desperté del sueño de terror y vi un mundo diferente. Dejé de vivir desde el miedo, la carencia y la pesadilla. Dejé de creer que lo que veía con mis ojos era la verdad absoluta y me di cuenta de que sólo veía aquello que quería ver.

 

Tras ese descubrimiento, trabajé los motivos por los que necesitaba ver y vivir esa realidad. Eliminé creencias familiares, sociales y propias con respecto al trabajo, al dinero y al éxito. Perdoné mi pasado.

 

Tras esa limpieza, y siguiendo mis aprendizajes de Un Curso de Milagros, esperé pacientemente durante unos meses para poder comprobar los cambios en mi vida sin esas cargas.

 

El resultado es que la falta de éxito, trabajo y dinero no eran reales tan sólo eran la consecuencia de mis creencias, emociones y la forma de afrontar la vida.

 

Ahora mi vida se vive fácil y ligera. Mi energía ha cambiado y desde entonces vienen a mí experiencias que vibran en mi misma sintonía.

 


Es tu turno, cuéntame si has conseguido despertar de la pesadilla y ver la vida como un sueño. Si todavía estás soñando y no ves las cosas claras, puedo ayudarte a ir quitando sombras. Mientras tanto te recomiendo que leas los post: “¿Te enfocas realmente en lo que quieres ser?” y “Cada día es una oportunidad para el cambio.”


 

 

 

 

 

4 Comentarios
  • maria isabel
    Publicado a las 12:06h, 12 noviembre

    La realidad es esa todo esta en nosotros en nuestras inseguridades en nuestros miedos. Como via de escape necesitamos siempre tener un culpable, lo buscamos, para no ver que realmente los unicos que podemos cambiar las cosas somos nosotros mismos trabajando nuestros miedos e inseguridades. Yo estoy en ese punto tratando de encontrarme porque creo realmente que lo necesito, necesito quererme mas a mi misma y no pensar todo el tiempo en los demas pero realmente yo sola no puedo necesito que alguien me guie me ayude y tu lo estas haciendo. Gracias.

    • Adelaida Enguix
      Publicado a las 17:14h, 17 noviembre

      Cierto todo está en nosotros, pero no siempre lo vemos. Como te comento en el post, hay muchas veces que vives la vida y crees que lo que te pasa es real como si fuera la verdad absoluta. No lo es, nunca lo es. La verdad es tan cambiante con el día. Así que te animo a no darte por vencida y ver otra realidad diferente. Buscar y muy humildemtne reconocer que, si yo vivo una vida que no me gusta la que he de cambiar he de ser yo, no el resto del mundo.

      Me alegro mucho que te estés trabajando para quererte más y eliminar miedos e inseguridades. Estoy segura que lo lograrás.

      ¡Un abrazo!

  • Gloria
    Publicado a las 12:38h, 22 octubre

    Hola Adelaida, a mi me pasó también hace un tiempo lo mismo que cuentas en tu artículo. Cuando te cierras y no ves la solución a tus problemas es muy estresante. Una buena amiga me recomendó pedir ayuda y gracias a que pude ordenar mis pensamientos pude salir del estado en el que estaba. Sólo tuve que ordenar las ideas y sólo necesitaba que alguien me ayudara a hacerlo porque yo sola no podía. Como dices en el artículo, ver la luz es muy importante. Gracias por tus artículos semanales me ayudan a seguir estando bien.
    Un abrazo.

    • Adelaida Enguix
      Publicado a las 16:51h, 23 octubre

      Hola Gloria! QUé bien tener por aquí a una persona que trabajó sus problemas y los solucionó. Es muy importante ordenar ideas y que te ayuden es vital porque te hacen ver aquello que tu misma te escondes. Gracias 🙂 y a seguir bien.