LA LUZ DE LA NAVIDAD - Adelaida Coaching
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LA LUZ DE LA NAVIDAD

la luz de la Navidad

23 Dic LA LUZ DE LA NAVIDAD

El símbolo de la Navidad es una estrella: una luz en la oscuridad. Es la época del año en la que se da la bienvenida a la luz hasta el solsticio de verano, en que empezaremos a despedirla de nuevo hasta llegar al otoño y al invierno.

El ciclo de la Tierra es maravilloso, sorprendente y muy energético.

La Navidad marca el momento del despertar, de los cambios y de la transformación. Se trata de abrir nuestro corazón y nuestra mente a la luz, como cuando amanece. Es como ese momento en que aún estás en la cama y ves que entra la luz por las rendijas de la persiana y por debajo de la puerta. Es ese dulce despertar tan simple como ir abriendo los ojos a la luz del día cuando ya no tienes más sueño.

Mañana será Nochebuena y al otro Navidad y estarás celebrando de una manera o de otra estas fechas. Y consciente o inconscientemente, sabrás que la luz ha llegado a tu vida.

Es como cuando estás en la cama y ves que ya es por la mañana, puedes avanzar con la luz que la Navidad trae o bien remolonear y pedir un poco más de tiempo antes de recibir lo que está por llegar.

Hoy te traigo un post muy personal e íntimo en el que te doy un ejercicio sólo para Navidad. Este artículo es mi regalo para ti. Es mi forma de darte las gracias y premiar tu fidelidad de cada semana. Sólo lo vas a poder leer tú que me sigues cada jueves (aunque hoy es miércoles).

 

Elige evolucionar junto con la Tierra y decídete por la libertad. Clic para tuitear

 

Te invito a mi fiesta de Navidad

Con motivo de la nueva luz y de la herramienta que te voy a dar hoy, puedes vivir la Navidad de una manera un poquito diferente a como lo has hecho hasta ahora. La nueva luz que cada año recibes, es en realidad un momento de cambio. Una oportunidad de ver la vida de otro color. Por lo tanto, te invito a que entregues en esta época tan especial todo lo que te ha herido en 2015. Permítete sanar todos tus pensamientos y emociones para así cargarte de nueva energía navideña. Date permiso en los últimos días del año a liberarte de todas aquellas personas o situaciones que te han hecho daño u ofendido.

Acepta la liberación total que hoy te propongo y vente conmigo. Te voy a enseñar cómo hacerlo.

Y es que terminar el año para dar la bienvenida a otro desde el mismo sentimiento, no es avanzar. Dar la bienvenida a la luz mientras sigues a oscuras es no entender lo que es la Navidad, al margen de religiones y creencias.

Desde la Antigüedad, la humanidad ha celebrado los cambios de solsticio como una renovación y un momento en el que la Tierra cambia de frecuencia energética para evolucionar. Y como parte de la Tierra que eres, tú también evolucionas y puedes hacerlo de manera consciente si quieres avanzar realmente.

Hoy no te voy a hablar sólo de ti porque para avanzar es necesario incluir a las personas que están a tu alrededor y forman parte de tu vida actualmente. Tampoco vamos a olvidar a aquellas que estuvieron muy presentes en tu vida y ya no lo están porque se marcharon, perdiste el contacto o murieron. Y tras tenerlas en cuenta, quiero que analices qué significaron para ti.

Seguramente habrá personas que quieres y otras que ya no. Aparecerán amistades que alejaste de tu vida. Ex parejas, jefes y jefas. Y también algún padre o madre que ya no está en tu vida, por la razón que sea.

De todos ellos quiero que te liberes esta Navidad. Quiero que sueltes pensamientos, opiniones, juicios e interpretaciones que hiciste sobre ellos porque en algún momento te hicieron daño. No actuaron como a ti te hubiese gustado o consideraste que fueron en tu contra.

Alguna vez todos hemos juzgado y decretado sentencia hacia las personas que forman parte de nuestra vida o que ocupan un trocito de nuestra mente. Nuestro juicio puede ir dirigido a la madre más amorosa o hacia el político del partido contrario. Nadie se libra, en algún momento, de nuestro dedo acusador. Pero, queramos o no, todos forman parte de nuestra vida y a través de ellos vivimos y tomamos decisiones, creando así la nuestra.

Date cuenta de que eres tú quien sitúa a las otras personas en un lugar u otro de tu vida. Les das importancia, protagonismo y momentos de gloria en tu mente. Y todo eso se queda grabado en ti determinando tu forma de pensar y de ver la vida.

Ilumina tu Navidad y coloca a cada persona en el lugar correcto y no donde los colocaste una día para que fueran tu excusa para sufrir, llorar y maldecir.

La tarde de Nochebuena y la mañana de Navidad, enciende una vela para hacer este ejercicio.

  1. Haz un listado de personas a las que has juzgado porque te han hecho sufrir este año.
  2. Medita sobre cada una de ellas y rememora lo que pasó. Frases, situaciones y consecuencias.
  3. Decídete a soltarlas de tu vida y sobre todo de tu mente, porque sólo podrán hacerte daño en la medida en que les des protagonismo.
  4. Enciende una vela de tu color preferido. Si optas por el rojo, dorado o verde servirá también para adornar tu casa junto con el Belén y el árbol.
  5. Repite el ejercicio con tantas personas como quieras.

 

El ejercicio es el siguiente:

 

(nombre de la persona) te entrego a la luz de la Navidad como (tipo de relación).

Sé que te liberaré a menos que quiera valerme de ti para aprisionarme.

Para mi liberación, elijo tu liberación para así poder ser yo más feliz.

 

Ejemplo:

María, te entrego a la luz de la Navidad, como mi amiga que fuiste.

Sé que te liberaré de mi mente a menos que quiera valerme de ti para aprisionarme.

Para mi liberación, elijo tu liberación para así poder ser yo más feliz.

 

 

Repítelo tantas veces como consideres necesario hasta sentir que lo has soltado o al menos que la resistencia se ha aflojado y libérate de esas personas.

 Da la bienvenida a la Navidad con alegría y en libertad. Clic para tuitear

 

¡Feliz Navidad y que la paz te acompañe!

 

 

 

 

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