5 PASOS PARA SUPERAR LA SENSACIÓN CONSTANTE DE MIEDO - Adelaida Coaching
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5 PASOS PARA SUPERAR LA SENSACIÓN CONSTANTE DE MIEDO

29 Oct 5 PASOS PARA SUPERAR LA SENSACIÓN CONSTANTE DE MIEDO

“El miedo es la señal que te advierte que estás bloqueando al amor.” Esta frase que leí no hace mucho me está acompañando en los últimos días. Cada vez que siento miedo, estoy nerviosa o intranquila, me viene a la mente esas palabras y pienso: “Te estás equivocando con lo que estás haciendo porque de lo contrario no te sentirías así en estos momentos”.

Para mi sorpresa y desde la humildad de mi profesión, resulta que siento miedo más veces de lo que yo me imaginaba. Si es que ya os lo digo que esto del coaching es un trabajo muy constante que nos descubre la parte más maravillosa de nosotras/os mismas/os pero que no hay que perder de vista.

Te voy a concretar más cuáles han sido los avances que he hecho y que son muy recientes ¡recién sacados del horno!

El miedo es la otra mitad de la nuestra mente y está compuesto por un montón de emociones que crean situaciones que seguro que has vivido. Verás, el miedo es muy camaleónico y suele adoptar formas distintas, unas veces se muestra como nerviosismo, como pereza o como insomnio. Hay más ejemplos pero me quedo con estos que van a servir muy bien para contarte esta historia. Te voy mostrar situaciones concretas y cotidianas que me servirán para explicarte de qué va el miedo:

1.- Una noche de esas tontas que no puedes dormir y tienes el tan famoso “insomnio”. Realmente tienes miedo, no duermes porque realmente estás en modo alerta.

2.- ¿Un/a amiga/o te dice algo que te sienta mal y te enfadas? Miedo de nuevo, porque el enfado es la emoción que tu cerebro crea antes de empezar a defenderse. Y te defiendes cuando el ataque que ves venir te da miedo.

3.- Que estás sola/o en casa y te sientes deprimido/a sin motivo aparente y piensas “estoy de bajón”… Otra vez es miedo, porque el bajón viene después de perder una batalla (que quizás has librado hace unos días) y ya tu cerebro empieza a generar el miedo de poder perder más batallitas.

4.- Otro ejemplo que seguro, segurísimo conoces. Una temporada en la que comes mucho o quizás eres de las personas que suele comer más de la cuenta…pues más de lo mismo, esa “ansiedad” también es miedo. En este caso se aloja en el estómago y puedes pensar que es hambre pero lo que pasa realmente es que estás intentando digerirlo.

5.- Estás hablando con tu madre o padre, hija o hijo (cara a cara o por teléfono) y por la conversación que se está llevando acabas medio-enfadada/o. Es otra vez tu amigo el miedo… En este caso sería más un miedo relacionado con conseguir o no aquello de lo que se ha hablado o incluso por poder perder el amor de esa persona.

Ya me da la risa, tras escribirte este listado de ejemplos tan cotidianos, porque si te fijas bien, vivimos constantemente en el miedo. En el sentimiento de carencia que éste produce y generamos un montón de situaciones tensas para defendernos de “los ataques”.

Como ves el miedo, es muy avispado y tiene muchos disfraces. El enfado, la rabia, la ansiedad, la tristeza o la apatía, son todo caretas de un mismo personajillo que habita en nosotras/os. Es por eso que si haces un proceso de coaching y trabajas la ansiedad, el insomnio o el enfado de manera independiente al miedo, lo más probable es que éste vuelva a enfundarse otra vestimenta y aparezca de nuevo porque no has tomado conciencia de la raíz de la situación.

¿Cómo tomar conciencia de que todo lo que me pasa es realmente miedo?

Voy a lanzar una pregunta, que ya es habitual en mis sesiones de coaching (y mis clientas/es si me están leyendo conocerán).

  • ¿Qué es lo más, de lo más contrario al miedo? Hoy doy yo la respuesta, la paz.
  • ¿Qué compone la paz? La felicidad.
  • ¿Cuál es la base de la felicidad? El amor.

Antes os he dicho que el miedo es una mitad de nuestra mente, pues bien el amor es la otra mitad. ¡Menudas dos mitades formando un todo!

Hoy te quiero a presentar a tu amor verdadero…

 Te voy a dar pistas para que lo vayas descubriendo y te vayas enamorando “a poquito a poco”:

1.- Lo conocerás porque es aquel que te va a invadir y ya no vas a necesitar no dormir porque habrás entendido que ya nadie te va a atacar. El miedo te había creado una ilusión, que daba mucho miedo, procedente del desamor contigo misma/o.

2.- Te dirá que el “bajón” no existe, que era sólo que te sentías sola/o porque no encontrabas a la otra mitad que forma tu todo, tu amor propio.

3.- Te aclarará que no hay batallas porque no hay enemigos externos, sólo tú. Y que lo que estaba pasando es que el miedo temía ser desbancado por el amor más fuerte que hay, que es el tuyo propio.

4.- Es el que ya nunca te invitará a comer o cenar fuera de casa y a deshoras porque te habrá explicado que el amor vive en la mente y no en el estómago….quien tiene casa en el estómago, es el miedo.

5.- Te contará la historia de que el enfado con otras personas, es realmente contigo misma/o porque esperas que te den desde fuera, lo que sólo nace en tu interior: el amor hacia ti.

Si ya conoces a tu verdadero amor y quieres presentármelo, puedes escribirme que estaré encantada de conocerlo. Si todavía no se te ha presentado, estate atenta/o a las pistas que te he dado.

 ¡Feliz jueves desde mi amor verdadero!

 

 

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